A pesar de vivir en un siglo XXI que se precia de ser moderno y más “humano” es doloroso ver como en nuestra América Latina que poco a poco quiere liberarse de sus cadenas de opresión sigue existiendo este “factor” que nos condena y nos sigue recordando las cadenas invisibles del colonialismo que antaño era y que hoy por hoy sigue siendo.
Haciendo esta retrospectiva desde el ámbito nacional me animo a decir que el Racismo, cualesquiera que sea su causa, tiene un motivo penetrante y continuo: el desprecio hacia lo que somos. Así a lo largo de la colonia y la republica e incluso los años recientes, hay rebrotes de personajes racistas que siendo un boliviano mas, un hijo de esta tierra, desprecia a sus semejantes como: José Vicente Dorado en 1864 escribe diciendo que “ … el indio es un animal, un complejo…”, Luís Paz que trataba a los indígenas diciendo “¿qué dicen – estos – caribes… salvajes?”, Bautista Saavedra sociólogo se refería como “… orangutanes sanguinarios…”, Fernando Diez de Medina escritor político, que decía del indio “sin iniciativa…, pondera el mal…, idolatra, analfabeto…”, Porfirio Díaz Machicado historiador se escandaliza contra el indio “… bárbaro, canalla, víbora maldita, cerdo…” y José María Salinas, catedrático de la UMSA de entonces, reniega ”… el indio es un sujeto perverso, sádico, tumultuario, falto de valor, bestia, inmunda, víbora maldita; bestia, mal, fea…”. Gabriel René Moreno, escritor, seguidor de Nicomedes. Quien planteaba “… la extinción del indio bajo la inmigración europea…” para la purificación de su raza y una mestización con el camba, pero jamás con Aymaras y Quechas. Franz Tamayo terrateniente, él se consideraba superior por ser de raza pura y plantea que su pedagogía nacional debe utilizarse para que el indio deje de ser alcohólico y salvaje y sea como él; mestizo. Alcides Arguedas historiador, quien consideraba a Bolivia como un pueblo enfermo; por la existencia del indio, y raza de bronce en la que, para que el indio este feliz era suficiente darle coca, alcohol y fiestas. Además de estos, podemos citar algunos nombres más como Isaac Tamayo, José Manuel Pando, Bautista Saavedra, otros que pensaba y proponían algo similar como los mencionados anteriormente, llenas de racismo camuflándose en el mestizaje, así borrando al indio del mapa histórico presente y su futuro. En la actualidad siguen las variantes como Sergio Almaraz, Rene Zabaleta, Oscar Olmedo, Cayetano Llobeth, Carlos Dabdoub, Juan Carlos Urenda, etc.
Todos estos personajes tienen un denominador en común: son bolivianos y no quieren serlo pues reniegan de su propia sangre.
Citando a Rodríguez y su concepto de Alienación debo añadir que éste es un factor preponderante en el proceso del pensamiento Racista que existe en Bolivia, ya que:
“…la alienación es anti-historia, negación de la esencia histórica del hombre y sus posibilidades inéditas aún no realizadas. Conlleva además la absolutización de una época o de un proceso histórico que no permite ya más alternativas o el surgimiento de las utopías.”
Rodríguez, A.E. 1983 Pg.178
Habiendo ya analizado y recordado todo el historial de personajes que claramente y según Rodríguez han caído en la mentira de la alienación, creyendo ser seres que a pesar de ser hijos bolivianos no tenían nada que ver con nosotros, es más, se creían/creen mejores y ahora apoyados bajo el discurso de la “globalización” disfrazan sus verdaderas intenciones, las cuales son desenfazar completamente el proceso de liberación que pretendemos vivir los Latinoamericanos.
Definitivamente la alienación es una razón fundamental como lo acabamos de identificar ahora y frente a esta situación solo nos queda seguir luchando por liberar nuestras mentes y desechar las ideas de “mestizaje” o de “clases sociales” y determinar que somos un solo país, una sola nación. Que somos todos hermanos alimentados por la misma madre, nuestra Tierra, amarla y amar lo que somos. Amar el reflejo que cada día vemos en el espejo. Solo así nos liberaremos, y ser libres supone avanzar, avanzar juntos: una meta difícil y a largo plazo, pero sigamos sin prisa pero lo más importante, sin pausa.
Bibliografía
· Rodriguez, A.E. “Introducción a la filosofía en perspectiva Latinoamericana”
UST. Bogotá; 1983
· Andresoppenheimer.blogspot.com
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